Una corte de rosas y espinas (Sarah J. Maas)
Los que me seguís por bookstagram sabréis que la obsesión es real. Y, de verdad, no es para menos. Al principio era reacia a leerlo por ningún motivo aparente, pero un día decidí informarme sobre el argumento y desde entonces estoy enamorada. Así que, si sois de esas personas a las que no les llama en exceso la saga u os da miedo empezarla por todo el hype que se ha creado... tranquilos, que eso se cura voy a intentar reseñar el libro de la forma en que me hubiera gustado que me lo contaran a mí, sin estar del todo interesada pero con una pizca de curiosidad.
Editorial: Destino | Páginas: 456 | Precio: 16,95€
El mundo está dividido entre mortales e inmortales; ambos reinos separados
por un muro y regidos por un tratado de paz entre ellos. Feyre es una joven
humana que se ha visto obligada a convertirse en una cazadora para sobrevivir y
mantener a su familia. Una tarde, mata a un lobo de tal tamaño que parece un
inmortal. Y es por este motivo que una bestia irrumpe en su casa, reclamando,
como dicta el tratado, una vida por la que ella arrebató. De este modo, Feyre
se ve arrastrada hacia la tierra feérica de inmortales, donde tendrá que
convivir junto a Tamlin, su captor, por el resto de sus días. Contra todo
pronóstico, Feyre empieza a tener sentimientos por Tamlin. Pero una plaga de
maldad amenaza con acabar todo lo que Feyre ama y conoce, y estará en su mano
evitarlo.
La lectura al inicio se me hizo un poco pesada, pero no por algún fallo de
Sarah, sino porque estaba ansiosa por
conocer todas esas cortes de las que tanto he oído hablar. Su pluma nos
transporta muy fácilmente al interior del libro. Además, está narrado por
Feyre, de modo que es muy fácil meternos aún más en la historia a través de
ella. El ritmo, para mi gusto, es perfecto. La autora sabe jugar con los
tiempos, generando un interés muy absorbente en la historia.
Y la
historia... ¿Por dónde empezar? Pese tener tantas similitudes con La
Bella y la Bestia, es una novela única por lo que nos hace sentir y soñar.
Este es su punto fuerte. La autora se habrá inspirado en cuentos populares,
pero la forma de presentarnos el mundo, con sus cortes, sus tradiciones, sus
personajes y sus historias, eso es de ella.
Respecto al argumento, suceden tantísimas cosas a lo largo de la novela... La estructura del
libro es muy sólida y sus actos bien estructurados. El desarrollo de la trama
es visible: no tiene nada que ver las primeras páginas del libro con lo que
ocurre a mitad de la trama o con el final mismo. Acción, aventura, intriga,
amor romántico y familiar, amistad y mucha, muchísima fantasía, son los
componentes principales de la trama.
Por otro lado, creo que puedo afirmar que, salvo la familia de
Feyre, todos los personajes me han encantado. Son sólidos, sus
personalidades son coherentes y están bien diferenciadas. En este caso se nota
mucho en el uso del lenguaje: difiere de unos a otros y las expresiones son un
sello distintivo.
Sin duda, a quien más he adorado ha sido a nuestra protagonista, Feyre. Es una chica independiente,
responsable, tenaz y orgullosa. Los motivos por los que es así tienen
justificación psicológica, y, para mí, no resulta un cliché. Su evolución es la
más clara, y pese a su orgullo tiene la humildad suficiente para reconocer
-aunque sea ante sí misma- cuándo se equivoca. Aunque desde el inicio tiene un
papel muy activo, a medida que la historia se desarrolla se hace más presente
su voluntad. La personalidad de Tamlin me
ha gustado mucho también, pese a que me ha parecido un poco prototípica y no veo
una evolución tan clara.
Los
personajes secundarios son bastante importantes para el desarrollo de la trama,
básicamente porque ayudan a Feyre y nos ponen en contexto de la historia
feérica. Aquí creo que debería hablar del archiconocido Rhysand, aunque no sé dónde meterle.
Este personaje aparece por casualidad y va cobrando muchísima importancia en
los últimos capítulos del libro. Por un lado, me ha gustado. Parece muy
profundo y con una personalidad compleja, pero por otro lado no me han
convencido ciertas actuaciones. Temo que sea el prototipo de chico malo que gracias a Feyre se vuelve bueno.
Si os ha pasado como a mí, que no teníais ni idea de la sinopsis, habéis
visto el nombre de Rhysand en millones de fanarts, marcapáginas y velas, y
pensabais era la pareja de Feyre, estáis equivocados. No sé si os gustará o no
la noticia... pero, en cualquier caso, no quiero que tengáis expectativas que no se van a cumplir. Al
menos en este libro.
La historia de amor entre Feyre y Tamlin se nos presenta poco a poco, lo
que resulta de lo más realista. Vamos viviendo su evolución y todos los
estadios de su relación. La he disfrutado muchísimo, la verdad.
La ambientación es lo que más me
ha enamorado. Nos encontramos ante un reino mágico, Prythian,
dividido por varias cortes: Corte Primavera, Corte Verano, Corte
Otoño, Corte Invierno, Corte Día, Corte
Amanecer y Corte Noche. No sé a vosotros, pero la forma en
que están descritas me ha hecho fantasear con que fueran reales y pudiera vivir
allí. En este primer libro sólo conocemos la Corte Primavera, pero
se nos presentan inmortales característicos de las distintas cortes que nos
ayudan a pintar un boceto sobre cómo serán las demás. Y es verdaderamente
emocionante soñar con ellas.
En resumen, os recomiendo muchísimo Una Corte de Rosas y Espinas si
adoráis la fantasía y queréis leer una historia que parece típica, pero no es
para nada convencional. Su final es impresionante, atípico y en cierta manera
no es necesaria una continuación. Sin embargo, las ganas de continuar en el
universo creado por Sarah piden que nos deleite con muchos libros más.
Personalmente, creo que puedo ir asegurando que es una de las mejores lecturas
del 2017 y posiblemente se cuele entre mis sagas favoritas.
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