Roseblood (A.G. Howard)
¿A que no adivináis quién se moría de ganas por hacerse con este libro? Cuando lo recibí me moría de ilusión, un retelling de El Fantasma de la Ópera, por favor, ¿a quién no le podía llamar esta historia? Sin embargo, como lo comenté hace poco en bookstagram, el boom de los retelling es un poco peligroso, y nunca sabemos si nos podemos sorprender para bien o para mal... Y en esta ocasión, no he sentido que se trate de un retelling propiamente dicho, sino más bien de una continuación del clásico.
Editorial: Oz | Páginas: 384 | Precio: 17,90€
LECTURA DE ENERO DEL CLUB DE LECTURA PARADA LECTOR
Rune es una adolescente con un
don innato para la ópera, pero cada vez que canta enferma. Por este motivo, su
madre decide enviarla a Roseblood, una academia de música donde puede aprender
a dominar su voz y superar su aparente pánico escénico. Muy pronto Rune se dará
cuenta de que ocurren cosas extrañas en la academia, que el aura de misterio es
más real de lo que podía imaginar y que las leyendas nunca mueren.
Bien, comenzamos con una
premisa que, personalmente, me ha obsesionado. Para quien no lo sepa, la música
me apasiona, y que sea el hilo conector y tenga un papel tan primordial en la
historia me ha cautivado. Si encima se le añade el misterio/terror del
Fantasma, ¡¡wow!! Mis dieces, A.G. Howard, has creado una mezcla maravillosa y
única.
El libro al principio me tenía
enganchada por este amor que os comento, aunque reconozco que había partes
que resultaban demasiado lentas y en las que sentía que no ocurría nada, como
si estuviera de espectadora en una escena estática sin fin. La pluma de la
autora me ha gustado mucho, si bien os comentaba antes había párrafos en los
que se extendía demasiado y resultaban banales para la trama. Por los demás,
resulta una historia de más de tranquila, en la que he echado de menos más
escenas de acción y de mayor longitud, pero bueno, es un mal menor. Aunque
volveré a este tema más adelante.
La ambientación me ha parecido
increíble. Como os comentaba, el estilo de la autora me ha parecido muy
bonito (cuando no se extendía más de la cuenta), y ha dado forma a una
ambientación oscura, misteriosa y halloweenesca con ligeras pinceladas que
me recordaban a la atmósfera de Crepúsculo (pese a situarnos en París). He
disfrutado mucho este punto de la lectura, siento que la autora lo ha trabajado
y ha sabido plasmar perfectamente la idea que tenía en su cabeza.
Por otro lado, los
personajes... bueno. Aunque conocemos el trasfondo de las historias
principales, realmente son muy planos. No se llega a conectar con ellos
porque son más un reclamo necesario para que la historia exista que otra cosa.
No son memorables ni tienen vida, están ahí obedeciendo las órdenes de la autora
sin más. Es una pena que A.G. Howard haya flaqueado en este punto porque
la historia habría ganado muchísimo más, pero tampoco es algo que nos haga la
lectura imposible. Como consecuencia, la historia romántica ha resultado
poco creíble. Me faltaba ver entre los personajes esa química indiscutible
de la que tanto se habla.
Para finalizar, sorprendentemente
me he sentido muy decepcionada con la lectura. Durante toda la historia, la
autora juega mucho con el misterio en la narración. Deja pistas, relatos a
medio contar para generar intriga e, imagino, para que el lector ate cabos. Por
mí genial, aunque quizá pueda cansar un poco. Personalmente es un recurso que
no me ha desagradado. Sin embargo, tengo dos quejas que se han cargado toda
la historia. Por un lado, el final es muy brusco, se resuelve precipitadamente
y en menos páginas de las que cabía esperar habiéndonos acostumbrado a un
estilo en ocasiones algo lento y pomposo. Por otro, las explicaciones que
se dan. Algunas me parecían simplemente ridículas, otras farragosas y otras
directamente no sé si no las he entendido o no se han dado, pero me he
quedado con alguna que otra duda. Este aspecto me ha decepcionado muchísimo,
porque la historia prometía infinito y me ha dado la sensación que a A.G.
Howard se le ha ido de las manos el argumento.
Aún así, es una historia que,
hasta poco antes del final, he disfrutado bastante y me ha cautivado por
completo. Si le doy una puntuación "tan alta" es básicamente por
la ambientación y la música, ya que la forma en que ha trabajado estos
elementos personalmente me toca el corazoncito. Además, su pluma me ha dado
muchas ganas de leer más de la autora, así que pronto me haré con su saga
Susurros, que he visto que ronda por la biblioteca. Sólo espero que no tenga un
final tan decepcionante como esta, por lo que ya os contaré.
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