La Sociedad de la Rosa es la continuación de Los Jóvenes de la Élite. Si la primera parte de la saga me encantó, no tengo palabras para describir esta.
Bueno, sí. Tengo unas pocas.
Editorial: Hidra | Páginas: 458 | Precio: 16,50€
SPOILER ALERT DEL PRIMER LIBRO
Abandonada y destrozada, Adelina huye de Kenettra. La Inquisición, los Dagas... todos quieren verla muerta. Con el tiempo y la ayuda de su hermana Violetta, parece que va ejerciendo más control sobre sus poderes. Y busca venganza. Porque ya no es sólo Adelina, sino el Lobo Blanco, una Élite temida por lo cruel y peligrosa que puede llegar a ser. Se ha propuesto derrotar a todos sus enemigos, pero no puede hacerlo sola. Necesita formar su propio ejército de Élites, con guerreros leales a su causa y en los que pueda confiar. Pero, ¿es posible que pueda volver a confiar en alguien después de haber sido traicionada en tantas ocasiones?
Siguiendo en la línea del anterior libro, la lectura engancha muchísimo. El ritmo no se hace pesado en ningún momento, la forma de escribir de la autora es adictiva y cargada de detalles. Los capítulos están organizados de la misma manera, alternando la voz en primera persona de Adelina con un narrador omnisciente que relata las acciones y pensamientos de otros personajes. La trama engancha aún más que la anterior, ya que Los Jóvenes de la Élite tenía como propósito introducir la saga. Ahora Marie Lu nos sumerge de lleno en un argumento complejo, bastante adulto, lleno de intriga, maquinación y mucha, mucha acción.
La historia resulta muy impredecible, hasta el punto de dudar y temer lo que pueda ocurrir a continuación. Hay varios acontecimientos que parecen superfluos, pero como Marie Lu lo tiene todo pensado y repensado, sus repercusiones son de bastante importancia. No de una importancia vital, pero sí para asegurarse que la acción y la intriga continúen.
En esta ocasión conocemos más escenarios, donde la diversidad cultural y política se hace patente. Todas estas ambientaciones están cuidadas al milímetro, resultando bastante convincentes y muy realistas. De nuevo la pluma de la autora consigue transportarnos al interior del libro de una manera muy inmersiva. Todas las descripciones están llenas de detalles, fragmentos particulares de todo un mundo inventado que parece existente. De verdad, es que pienso en alguna escena para describiros y parece más bien un recuerdo borroso que estoy olvidando.
Con diferencia, lo que más me ha maravillado del libro han sido los personajes. Y no porque la trama deje que desear, sino porque la evolución psicológica de Adelina es impresionante. Psicológicamente, su compleja personalidad tiene muchísima coherencia con su historia. El desarrollo de Adelina estaba muy marcado en el primer libro, donde se vislumbraba el camino que ineludiblemente estaba tomando por naturaleza: ser una villana que necesita alimentarse del miedo y la ira para volverse más fuerte y poderosa. Pero ahora, ¡es peor! Hay bondad en su corazón, pero haga lo que haga nunca obtiene lo que espera, siempre sale todo de la peor manera posible. Incluso haciéndolo con la mejor de las intenciones y anteponiendo los demás a sí misma, siempre le han dado la espalda. Es inevitable que su transformación sea paulatina y gradual hacia una mujer desconfiada, recelosa y escarmentada, ya que ha aprendido que siendo buena persona no obtiene nada más que dolor y sufrimiento.
Lo mejor es que el desarrollo psicológico de Adelina marca el ritmo de la trama, de modo que casi todo lo que sucede se debe a sus elecciones y acciones. No resulta ser un personaje pasivo que vive los acontecimientos de la historia, sino que los crea o los modifica a su antojo. Y esto me parece fascinante, porque deja claro la fortaleza del personaje y la singularidad de la historia.
Por otro lado, encontramos nuevos personajes maravillosos y de identidades bien definidas y construidas. Sus evoluciones no son tan claras como en el caso de Adelina, pero tampoco es necesario ni estaría justificado que así fuera. Marie Lu sabe lo que hace, y crear personajes realistas es su especialidad. Aparte de Adelina, que me apasiona, los personajes que más me han gustado han sido Violetta y Magiano. En el caso de Magiano sí que se puede observar una evolución mayor que en otros personajes, pero como he dicho antes, no es algo exagerado ni quita la atención del desarrollo de Adelina. Sin embargo, la personalidad del "malo", Teren, no me la he llegado a creer del todo. Me ha parecido un poco exagerada e histriónica para el estilo de Marie Lu.
También encontramos algo más de romanticismo y más enrevesado en esta entrega, pero no es algo que merezca mucho la pena mencionar. Básicamente, son las consecuencias y el alcance de las relaciones lo que tiene una mayor importancia. Punto a favor, en mi opinión, si no buscáis una lectura romántica, pero queréis algo de vidilla y complicaciones.
En definitiva, la saga de Marie Lu me está sorprendiendo muchísimo, y a cada libro que leo más me asombro. Me parecen entregas muy novedosas y distintas a lo que estamos acostumbrados a encontrar en las novelas juveniles. La Sociedad de la Rosa destaca por la evolución y construcción de sus personajes, que resultan un componente activo indispensable para que la trama tenga lugar. La forma de expresarse y describir de Marie Lu engancha muchísimo, de tal manera que nunca encuentras un buen momento para parar de leer. Desde luego, lo recomiendo como lectura obligatoria y considero que todo el mundo le debería dar una oportunidad por lo diferente y complejo que es.
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